Seguramente no le suene su nombre. Como pasa con muchos temas en un mundo con tanta presión mediática de temas irrelevantes, los temas importantes nos llegan en picos trágicos de información. Pasó con el opositor ruso, Alexei Navalny, y desgraciadamente puede pasar con Kara – Murza. Sirvan estas líneas como pequeña contribución a la causa que defienden: que la Democracia vuelva a Rusia y que Rusia pueda ser un aliado de la estabilidad global.
Vladimir Kara – Murza es un opositor ruso que llega a la opinión pública como periodista y activista pro democracia en Rusia. Su participación crece a la luz, nunca mejor dicho, del movimiento por la libertad que inicia Navalny. Es muy interesante escucharle en algunos documentales que se han producido como «Navalny: el hombre que Putin no pudo matar» que narra la historia de este héroe desde sus inicios como editor de videos, los intentos de asesinato y finaliza con su última detención al regresar de Alemania en enero de 2021 justificada en una vulneración de la libertad condicional castigada con 3 años y medio de cárcel.
Para situar algunas fechas de contexto: Rusia inicia la invasión de Ucrania en febrero de 2022, detiene a Vladimir en abril de ese mismo año por sus críticas a la invasión y un año después, el 17 de abril de 2023, es condenado a 25 años de prisión por los delitos de traición y difusión de información falsa sobre el ejército ruso, entre otros delitos. El 16 de febrero de 2024 Rusia, por acción o por omisión, mataba a Navalny en una cárcel de Siberia.
Es evidente que Vladimir Putin ha encrudecido su persecución a los opositores que reclaman más libertad y más democracia. Navalny era un problema sin final. Con cada vez más foco mediático global y tras el fracaso de sus intentos de envenenamiento, matarle era el único camino para intentar frenar su movimiento en defensa de la democracia. Creo que Putin se equivoca, pero eso es objeto de otro post Putin no es ruso, es soviético.
Con Kara – Murza no podía repetir el mismo error. Acabar con la oposición y sus aceleradores mediáticos se convierte en un tema de seguridad prioritario para el régimen. Putin se ve obligado a ser eficaz y demostrar a las generaciones jóvenes de Rusia, que dudan sobre la invasión de Ucrania y los movimientos internacionales de Putin, que 25 años de cárcel serían aún peor.
Me sumo desde estas líneas a la exigencia de la puesta en libertad de Vladimir Kara – Murza. Me sumo a la petición del Ministerio de Exteriores de UK, David Cameron, que exige su liberación también en su condición de nacional británico que ostenta el detenido.
Debemos evitar que Kara – Murza se convierta en otro mártir como Navalny. La Unión Europea puede y debe seguir levantando esta bandera frente aquellos que son equidistantes entre el opresor y los oprimidos, entre otros, Ministros del actual Gobierno de España. Las próximas elecciones europeas del 9J serán claves para poder analizar quién apuesta por la libertad y quién protege a Putin.